Con el paso del tiempo, los suelos agrícolas pierden parte de su vitalidad debido a la erosión, el exceso de cultivos o la falta de rotación. Esto se traduce en una menor capacidad de retención de agua, pérdida de nutrientes y, por supuesto, baja productividad. Afortunadamente, existen herramientas efectivas para revertir este proceso: los correctivos del suelo, productos diseñados para recuperar su equilibrio natural y devolverle la fertilidad a tus cultivos.
En este artículo descubrirás cómo identificar un suelo degradado, qué tipos de correctivos puedes usar y cuál es la forma más efectiva de aplicarlos.
¿Cómo identificar un suelo degradado?
Antes de aplicar cualquier producto, es fundamental evaluar el estado del terreno. Los suelos degradados pueden presentar diferentes síntomas, tanto visibles como físicos o químicos.
Señales comunes de degradación del suelo:
- Crecimiento deficiente de las plantas: hojas amarillas, tallos débiles o raíces cortas.
- Compactación o costra superficial: el agua no penetra con facilidad y se generan charcos.
- Baja retención de humedad: el suelo se seca rápidamente después del riego o la lluvia.
- Presencia de erosión o pérdida de materia orgánica: la capa superficial se vuelve más delgada y arenosa.
- Valores de pH extremos: un suelo demasiado ácido o alcalino bloquea nutrientes esenciales.
Consejo: realiza un análisis de suelo cada 6 a 12 meses. Medir parámetros como el pH, la materia orgánica y el contenido de calcio o sodio es clave para elegir el correctivo adecuado. ¿Quieres entender mejor cómo influye el pH en tus cultivos? Te invitamos a ver nuestro video “pH del Suelo: ¿Por qué es importante para el rendimiento de mi cultivo?” y aprende a equilibrarlo correctamente.
¿Qué son los correctivos del suelo?
Los correctivos del suelo son sustancias minerales u orgánicas que se aplican para modificar propiedades químicas y físicas del terreno, mejorando su estructura y capacidad productiva. A diferencia de los fertilizantes, que aportan nutrientes de forma inmediata, los correctivos actúan de manera más profunda y duradera, equilibrando el pH y restableciendo las condiciones naturales del suelo.
Beneficios principales de aplicar correctivos del suelo:
- Corrigen acidez o alcalinidad para mejorar la absorción de nutrientes.
- Aumentan la actividad microbiana y la aireación.
- Favorecen la estructura y porosidad, permitiendo un mejor desarrollo radicular.
- Incrementan la eficiencia de los fertilizantes.
- Mejoran la retención de agua y reducen la erosión.
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Tipos de correctivos del suelo más utilizados
A continuación, te mostramos los correctivos más comunes y cómo aplicarlos correctamente según las necesidades del terreno.
1. Cal agrícola
Función: Corrige la acidez del suelo (pH bajo) y aporta calcio, esencial para fortalecer las raíces y mejorar la estructura.
Cuándo usarla: Cuando el análisis indique un pH menor a 5.5 o 6.0 y deficiencia de calcio.
Cómo aplicarla:
- Distribuye uniformemente antes de la siembra o en postcosecha.
- Incorpórala superficialmente (10–20 cm) para permitir su reacción.
- Beneficio adicional: Desbloquea fósforo y mejora la disponibilidad de micronutrientes.
2. Yeso agrícola
Función: Aporta calcio y azufre sin alterar significativamente el pH. Además, reduce la sodicidad, mejora la infiltración de agua y evita la compactación.
Cuándo usarlo: En suelos con problemas de sodio o drenaje deficiente.
Cómo aplicarlo:
- Puede aplicarse en superficie antes del riego o lluvia.
- En casos severos de sodicidad, complementa con un lavado controlado del suelo.
- Beneficio adicional: Mejora la estructura y la aireación del terreno.
3. Dolomita
Función: Similar a la cal, pero con el añadido de magnesio, un nutriente vital para la fotosíntesis y la salud de las plantas.
Cuándo usarla: En suelos ácidos con deficiencia de calcio y magnesio.
Cómo aplicarla:
- Aplicación uniforme sobre el terreno seco, antes de preparar el suelo.
- Reacciona lentamente, por lo que conviene aplicarla con anticipación al ciclo de cultivo.
- Beneficio adicional: Mejora la disponibilidad de fósforo y reduce el aluminio tóxico en el suelo.
¿Quieres entender por qué algunos suelos se vuelven ácidos? Te invitamos a leer nuestro artículo “¿Existen Suelos que no Contienen Nutrientes? Causas y Soluciones” y descubrir cómo recuperarlos.
¿Cómo aplicar los correctivos del suelo correctamente?
Aplicar los correctivos de forma adecuada es tan importante como elegir el producto correcto. Estos son algunos consejos prácticos:
- Basar la dosis en un análisis de suelo. Evita aplicar por intuición o sin diagnóstico.
- Distribuir de manera homogénea. Un reparto desigual puede generar zonas con pH desbalanceado.
- Incorporar correctamente. En suelos compactados, mezcla el producto con la capa superficial para mejorar la reacción.
- Respetar los tiempos. Los correctivos actúan de forma progresiva; aplica con anticipación antes de la siembra.
- Complementar con materia orgánica. El uso conjunto de compost o abonos mejora la efectividad y estabilidad de los correctivos.
Ejemplo práctico: Si tienes un suelo ácido (pH 5.3), puedes aplicar cal dolomítica unas semanas antes de sembrar. Esto eleva el pH y mejora la disponibilidad de nutrientes como fósforo y potasio.
Recupera tu suelo y potencia tus cultivos
La aplicación adecuada de correctivos del suelo no solo restaura la fertilidad del terreno, sino que también optimiza el rendimiento y la sostenibilidad de tu producción agrícola. Conocer el tipo de suelo, diagnosticar sus deficiencias y aplicar el correctivo correcto en el momento adecuado es el camino hacia tierras más productivas y rentables.
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